Vivir del fútbol solo está al alcance de unos pocos elegidos. Los futbolistas sueñan con llegar a ser profesionales, y los entrenadores (siempre que no hayan sido antes futbolistas) estudian y se forman de manera constante para llegar a tener la oportinidad. Algunos, tienen la suerte de poder conseguirlo, y vivir diferentes experiencias internacionales que de otra forma sería difícil poder experimentar.