No tocó un balón, no pisó el césped, ni siquiera salió del vestuario... pero celebró como si hubiese marcado en el último minuto. Anoche, José Luis Mendilibar volvió a hacer historia. No con una remontada épica ni con una hazaña europea al uso, sino gracias a un efecto dominó activado en París. El Olympiacos, campeón de Grecia, jugará la próxima fase de liga de la Champions League, seis años después. Y lo hará sin pasar por las temidas rondas previas. El detonante? El pase a la final del PSG de Luis Enrique.